No pudo ser esta vez

Esta vez no pudo ser.
Parecía que por fin llegabas, y no, pasó un angel y me dejó en silencio, esperando un sueño que esta vez no llegará.

 

El camino se hace duro

Esta es mi historia….

En el año 2006 comencé a descubrir el mundo de los portabebés ergonómicos. Me encantaban las fotos de bebés pegaditos a su mamá con una tela o mochila bonita. Aprendí mucho sobre ellos, me interesaba el tema no porque mi maternidad fuera inminente, sino porque veía que a mi alrededor el carro y a lo sumo las mochilas no ergonómicas eran la norma.

Esa afición por los portabebés me llevó a informarme sobre el parto, cómo estaba la situación en España y qué era lo que yo querría en su día. En ese momento me informaba porque pensé que algún día sería bueno estar embarazada y tener las cosas claras desde el principio.

De ahí me fuí a informarme sobre el embarazo, cómo se produce, qué cambios se producen en el cuerpo, cómo llevarlo de la forma más natural posible.

Llegó el año 2010 y empezamos a buscar activamente embarazo. Justo con el aniversario de bodas, pensé que sería bonito quedarme embarazada al año de estar casados. No quise pensar mucho en como vendría el embarazo, buscábamos con ilusión y sin comernos la cabeza para nada. A los 6 meses me informé sobre el ciclo, la ovulación, la medición de la temperatura para ayudar a saber los días fértiles. Ahí estaba la causa de que no hubiera venido el bebe, lo estábamos haciendo “mal”, jejeje. A partir de entonces, sucedió un período de un año de búsqueda activa con toma de temperatura, tests de ovulación y mes tras mes, desilusiones.

Estamos en 2012 y en Enero entramos por primera vez en una clínica de reproducción asistida. Con sentimientos encontrados. Ahí hicimos 3 inseminaciones IAC que no dieron resultados. Seguimos buscando por lo natural hasta enero de 2013. Comenzamos un ciclo de FIV en otra clínica. De ese ciclo se obtuvieron 6 embriones calidad blastocito. Tras dos transferencias, obtuve mi primer positivo el 5 de mayo de 2013, día de la madre.

La alegría fue inmensa, sobre todo la sensación de alivio y fin de pesadilla. Pero como la vida es imprevisible, el embrión no venía bien y se paró a la semana 8. Me hundí completamente, si un aborto es injusto, para alguien que lleva deseando ser madre y tener hijos desde hace tanto tiempo, es devastador.

Me tocó ahora informarme sobre el proceso de expulsión de los restos del aborto. Contacté con el ginecólogo que me iba a llevar el embarazo y me ayudo a hacer manejo expectante. El es casi la única cosa buena que ha pasado en este mes. Su sensibilidad y confianza en el cuerpo de la mujer se contagia y me ha ayudado a comenzar a reconciliarse con mi cuerpo.

Y hasta aquí mi camino, ahora estoy lamiéndome las heridas y recuperando fuerzas. En septiembre volveré a por mi congeladito número 2.

He pasado de estéril a infértil en 3 años, ¿se puede considerar un avance?

 

¡Positivo!

Después de casi tres años buscándote, hijo mío, parece que por fin has llegado a nuestras vidas. Ayer, domingo 5 de mayo de 2013, día de la Madre, ví por primera vez en mi vida un test de embarazo positivo, con sus dos rayitas.
Estoy que no me lo creo, hoy me confirmaron este resultado con un análisis de sangre, así que, ¡es verdad! ¡estoy embarazada! ¡embarazada de mi querido y adorado hijito/a!
Deseo que pases nueve meses felices dentro de mí, formándote y estando a gustito. Intentaré cuidarme lo mejor posible para que éstés cómodo y feliz. Y después, estaré esperándote con los brazos llenos de abrazos acumulados durante tres años, besos a montones y caricias a millones. Tu papá también está emocionado y con muchísima ilusión por tenerte entre sus brazos.

Y hay que seguir esperando…

Parece que hay que seguir esperándote, hijo mío.  Ojalá prontito vengas con nosotros, porque ya lo tenemos todo preparado. Lo más importante: el corazón. Y lo secundario, el tema material.

Este mes de abril se abre una nueva oportunidad, otro germen de vida que espero que se quede para siempre entre nosotros. ¿Será esta vez la buena?

La incertidumbre es grande, ¡ojalá!

La operación del abuelito ha salido genial, está cada día más recuperado y esperamos que cure completamente en poco tiempo. ¡Bien por ello! No todas van a ser malas noticias.

Así que concluyo deseando un abril florecido, brotante, fértil, verde, jugoso, soleado y con mi futuro hijo en el vientre bien acogido.

La betaespera o la espera interminable

Estoy esperando desde hace mucho tiempo. Años, diría yo. Pero nunca se hace más patente esta espera que en estos días. ¿se ha quedado conmigo el embroncito perfecto que colocaron en mi interior la semana pasada?

¿Estás ahí? ¿tengo que seguir esperando? Lo sabré en breve…

Por otro lado esta ilusión de estar técnicamente embarazada es una novedad para mí, he estado embarazada y quizá lo siga estando, eso lo sabremos en un par de días.

Mañana: ¡punción!

Mañana a las nueve de la mañana será la punción en la que sacarán a los ovulitos. Espero que uno de esos ovulines sea el que inicie la vida de mi futuro hijo… Te esperamos con los brazos abiertos.

Después estaré todo el día de reposo entre el sofá y la camita, cosa que no me importa nada :).

Y en unos tres días, me transferirán un precioso embrioncito al que acogeré con todo mi cariño y amor, espero que se quede para siempre y ser su afortunada madre.

En mi debilidad, me haces fuerte.
Sólo en tu Amor me haces fuerte,
sólo en tu Vida, me haces fuerte.
En mi debilidad, Te haces fuerte en mí.